Adioses

Llegado un punto tal de la existencia, nuestra vida se convierte en un desfile de funerales. Se diría que es un festín acudir, entierro tras entierro, a despedir a aquellos que un día fueron referencias cotidianas. Sin embargo no es así y el mundo se despuebla de esos seres referenciales y se convierte en un museo de soledad. ?Cuán contradictoria es nuestra naturaleza que se muestra titubeante en los momentos más certeros!

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