Aprendizaje

Cuanto asisto a un entierro observo, no sin asombro, que quienes lo pueblan son gentes de avanzada edad que a la vez se despiden entre ellos como preparándose para el último viaje. La ausencia de ni?os y de jóvenes también es notoria. Lástima, porque se les priva del único aprendizaje esencial para la vida.

1 comentario:

franco dijo...

Esto es fuerte. Debrían hacer como en Un mundo feliz, de Aldous Huxley, en el que hacen tours para niños por las salas de enfermos terminales así se van acostumbrando a la muerte y ya no se ven tan asustados como hoy día.
Buena reflexión la tuya.