Eva anduvo desnuda durante un tiempo por el paraíso sin recordar para nada las pasarelas de la moda, esa maldición que condena a algunas mujeres a ser objetos de la estulticia y de la vanidad. El castigo infringido por el divino sobre el género femenino fue cruel, más allá del hecho de soportar el parto con dolor, padecer ‘ad perpetuam’ la competencia de su propia vanidad.
Quien sea capaz de expresarse en aforismos no debiera malgastarse en artículos. (Karl Kraus) Más aún que en el poema, es en el aforismo donde la palabra es dios. (E.M. Cioran)
Moda divina
Eva anduvo desnuda durante un tiempo por el paraíso sin recordar para nada las pasarelas de la moda, esa maldición que condena a algunas mujeres a ser objetos de la estulticia y de la vanidad. El castigo infringido por el divino sobre el género femenino fue cruel, más allá del hecho de soportar el parto con dolor, padecer ‘ad perpetuam’ la competencia de su propia vanidad.
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