Boicot


Las únicas empresas donde me conferí sin ambages y con ardor fueron el ejercicio de la escritura y el pugilato del amor. El resto de cometidos padecieron la infidelidad en el entusiasmo y la desmotivación como estrategia aliviadora contra la utilización.

1 comentario:

Ex-compi dijo...

Jóder Paco, que los boicoses siempre existen, pero chico, te doy toica la razón, se supera haciendo aquello que a uno le gusta y teníendo al lado la o las personas que se quiere. El problema surge cuando no se tiene ninguna de las dos cosas, entonces el boicot se hace horroroso..