El cielo está repartido para unos pocos si hacemos caso a lo que escribió San Pablo en su primera carta a los corintios (6:9-10):
¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios.
Visto lo visto, las parcelas del cielo van a estar bien vacías.
4 comentarios:
Descuidas otro pasaje:
"Aquel que persevere hasta el fin, ése se salvará".
Saludos.
Bienaventurados los que lecheros...o los due?os de una empresa de lácteos...
?Pero para qué porras me interesa a mí el reino de Dios, con lo bien que estoy en la Tierra?
Además, digo yo que la compa?ía allá arriba debe ser la mar de aburrida, todos virtuosos y seguidores de los decretos establecidos, ?no?. El colmo de la formalidad, de la correción, y de las buenas maneras. Lejos, por tanto, del ser humano auténtico.
Saludos.
Je,je,je. Aunque no siempre sé qué decir...
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