Creyentes



No los entiendo. Se pasan toda su vida defendiendo a Dios, unas veces sosegada y otras virulentamente. Si yo tuviera fe, viviría en el gozo de la gracia divina sin molestarme, en nada, los argumentos de los descreídos. Por qué habría de hacerlo si Dios está de mi parte. Los miraría con indulgencia y pensaría lo equivocados que están. En cambio, algo en el interior de los crédulos debe fallar cuando tanta cruzada lanzan los ministros de Dios, sus acólitos y la caterva de seguidores contra quienes dudan sobre la existencia de un Dios siempre a la defensiva.

3 comentarios:

franco dijo...

Vos porque no amás al prójimo y no lo querés salvar de la terrible condena bajo la que transita su existencia. Ellos/as te quieren salvar, hereje.
"Nunca he visto religión que pretenda tanto salvarnos la hostia", era así según Evaristo, ¿no?

Fran dijo...

que combatir el calambre espiritual que es el cristianismo no se vuelva una religión ;)

sersinnombre dijo...

Yo en cambio siento lo mismo por los ateos, parece que les aterra que la idea de un Dios no muera ... al final ateos y creyentes no tienen grandes diferencias