La diversión más eficaz en ciertas tribus primitivas era el sacrificio y la muerte de alguna víctima. El vestigio de aquella cultura tiene hoy su reflejo en la fiesta de los toros que va, irrefutablemente, ligada a la muerte en cualquiera de sus diferentes formatos.
2 comentarios:
La muerte provocada nunca puede ser cultura, sino que es anti-cultural, porque pensar debe servir para hacernos más racionales y alejarnos de la barbarie animal que nos primitiviza y convierte al ser humano en in-humano.
Odio esta "fiesta", reniego de España cada vez que veo a un toro morir. MUERTE A TODOS LOS TOREROS!
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